Parrillas a Carbón

Estas son las tradicionales parrillas que por años nos han acompañado. Según algunos son las que mejor sabor dejan en la carne, lo cierto es que se requiere tener un espacio amplio para que el olor a humo no moleste a los vecinos. 
Desde poner el carbón y prender el fuego (existen innumerables técnicas) hasta su limpieza, una parrillada puede convertirse en un verdadero ritual. Eso si, el proceso de cocción es más lento que en otros modelos, lo que no molesta si lo que te gusta es disfrutar de la preparación con tu familia o amigos. Las parrillas de carbón pueden usar no sólo carbón, también sirven las maderas o mezclas especiales para hacer un buen fuego.

Parrillas a Gas

Estas son las que funcionan con combustión en base a gas, ya sea licuado o natural. El gas se prende y calienta unas piedras llamadas briquetas. Todas las parrillas a gas cuentan con tapa, lo que permite controlar el aire que circula al interior del asador.
La ventaja de estas parrillas es que al no usar carbón no emiten humo. Haciéndolas ideales para departamentos y lugares más pequeños, ya que no molestan a los vecinos ni impregnan la casa de humo. La diversidad de parrillas a gas es amplia. La diferencia va a radicar en el tamaño, los materiales y los accesorios que ellas pueden traer. Existen desde las más simples con dos quemadores y una sola superficie hasta las más grandes que traen diversas superficies y utensilios para cocinar diversos alimentos.

Parrillas Eléctricas

Estas parrillas son la solución ideal para departamentos o espacios cerrados. Son muy fáciles de transportar y no requieren de mucha preparación previa. Sólo debes enchufarlas y ya está. La carne se asa rápidamente y toma muy buen sabor. Son fáciles de limpiar y se guardan en cualquier mueble de la cocina. Lo que debes tener en cuenta es que para usarla necesitas una toma de corriente cerca. Como están pensadas para espacios pequeños, tienen la restricción del tamaño. Su capacidad no es muy grande, ya que está pensada para un grupo reducido.